En una excursión a Segovia no puede faltar una visita al Alcázar, aunque sólo sea por fuera. Y es que el Alcázar de Segovia es un palacio realmente singular, como los que aparecen en los cuentos y películas fantásticas. Una panorámica de la ciudad que incluya este monumento crea una foto espectacular.
Junto con el Acueducto y la Catedral, el Alcázar es una de las tres visitas imprescindibles de la ciudad. Situado en un extremo de su casco histórico, sobre un gran peñasco, su torre mirador ofrece unas vistas portentosas de Segovia y de la llanura castellana.
Tiene cierta forma de proa de barco, que lo hace más singular aún. Aquí rodó Orson Welles parte de su película Campanadas a medianoche, y se dice que Walt Disney se inspiró en esta curiosa construcción para crear el castillo de Cenicienta. En 1985 el Alcázar de Segovia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una historia agitada
Dado que el Acueducto de Segovia fue levantado en el siglo II, durante la dominación romana de la península ibérica, es probable que en esa misma época existiese aquí una fortaleza. De hecho, el Acueducto conduce las aguas de la sierra hasta este punto de la ciudad. Pero aquella antigua construcción sería diferente de la que conocemos hoy.
Puente sobre el foso
En los siglos XII y XIII ya se nombre esta fortaleza como Alcázar. Por eso entendemos que servía como residencia regia y también como castillo para la defensa del territorio. A medida que perdía importancia como posición militar la ganaba como edificio institucional, sirviendo de residencia a los reyes y de archivo del reino. Además, con el tiempo fue atesorando un mayor número de obras de arte.
Durante el reinado de la dinastía Habsburgo en España el Alcázar perdió relevancia. Eso sí, jugó un papel importante en la Guerra de las Comunidades, ocupado por los partidarios del rey frente a los comuneros que se instalaron en la Catedral. En el siglo XVII se utilizó como prisión de Estado, dadas sus buenas condiciones para la custodia por su posición elevada y el foso que lo rodea.
En 1862 el Alcázar sufrió un incendio devastador. Según la investigación, una estufa hizo arder los artesonados del techo. Durante dos días el fuego consumió las estructuras de madera, el mobiliario y casi todas las obras de arte. La reconstrucción posterior le dio al edificio el aspecto de castillo medieval que tiene ahora.
El Alcázar de Segovia por dentro
Durante el reinado de Carlos III se creó en el Alcázar el Real Colegio de Artillería. Pero el mencionado incendio obligó a trasladarlo al convento de San Francisco. En la actualidad, el Alcázar alberga un interesante Museo de Historia del Colegio de Artillería.
Sala de Reyes
La visita al interior del Alcázar es una de las atracciones clásicas de quienes acuden a conocer Segovia. La entrada, que se compra en el edificio de al lado, permite el acceso a las principales salas del palacio, la visita al Museo de Artillería y, por un suplemento, la subida a la Torre de Juan II. La visita puede hacerse en grupo guiado o por libre, con o sin audioguía.
A pesar de su estética pintoresca, cuando entras a visitarlo encuentras un palacio austero, como lo eran los reyes castellanos. No obstante, algunos espacios sorprenden al visitante por su grandeza y su decoración. Tal es el caso de la Sala de la Galera o Salón de Embajadores, construida en tiempos de la reina Catalina de Lancaster con un artesonado en forma de casco de barco invertido.
Veremos salas con decoración de estilo mudéjar, como la del Palacio Viejo o la Cámara Regia. También encontraremos tronos antiguos y mobiliario del siglo XVI. La Sala del Cordón se llama así por el cordón franciscano que adorna sus muros; según la leyenda fue mandado colocar por Alfonso X el Sabio como penitencia por su orgullo. En la Capilla se conserva el cuadro La adoración de los Reyes Magos, de Carduccio, que se salvó del incendio de 1862.
Subir a la Torre de Juan II
Desde el Patio de Armas por el que accedimos a las primeras salas podemos igualmente entrar al Museo de Artillería. Y por una escalera a su lado empezaremos a subir a la Torre de Juan II, que para muchos es la principal atracción de esta visita.
Mirador de la Torre de Juan II
La subida a la Torre de Juan II está reservada para aquellos que adquirieron la entrada con el suplemento correspondiente. Y no está recomendada para todo el mundo ya que para llegar arriba hay que subir 152 escalones por una escalera de caracol de reducidas dimensiones, aunque segura.
Una vez arriba, las vistas son impresionantes todo alrededor del castillo. Se divisa toda la ciudad, con la estructura de la Catedral imponiéndose por encima de los tejados. También se distinguen otras construcciones, como la parte de la muralla que aún rodea el casco histórico, la Casa de la Moneda o la curiosa iglesia de la Vera Cruz.
La subida a la Torre también permite el acceso a la Terraza de Moros, justo debajo de la Torre. Desde esta altura intermedia contemplamos los altos muros del Alcázar desde su base a la vez que disponemos de una bonita panorámica de los jardines que hay a la entrada y del puente sobre el foso.
En los jardines por los que tenemos que pasar para entrar al Alcázar se levanta un monumento impresionante. Está dedicado a los capitanes Daoiz y Velarde, representados en el momento de su muerte en mayo de 1808. Son los mismos del monumento situado en la plaza del Dos de Mayo del barrio de Malasaña.
Cómo visitar el Alcázar de Segovia
Merece la pena alejarse un poco del Alcázar, a pie o en coche, para contemplar el conjunto a distancia. Las vistas desde el Mirador de la Pradera de San Marcos, con el prado de hierba a los pies y los árboles tratando de alcanzar el palacio, son propias de una postal. Hay otros miradores por la carretera que rodea el Alcázar. Pero algunos prefieren contemplarlo desde la iglesia de la Vera Cruz o desde el Monasterio de Santa María del Parral.
El Alcázar se puede visitar por libre. Pero si queremos que nos cuenten sus curiosidades podemos reservar una visita guiada en las taquillas. Y si lo que queremos es conocer el monumento y también el centro histórico de forma amena existe una visita guiada por Segovia con entrada al Alcázar.
El horario para visitar el Alcázar de Segovia es de 10 a 18h los meses de noviembre a marzo, y hasta las 20h entre abril y octubre. Se estima que la visita al Palacio dure unos 45 minutos, aunque si se hace por libre cada uno elige su velocidad de avance. La subida a la Torre ha de hacerse a la hora marcada en la entrada.
Vista desde la Pradera de San Marcos
Lo habitual es comprar las entradas en la taquilla, en el edificio de al lado, antigua escuela de química para artilleros. Pero también se pueden comprar por anticipado para evitar sorpresas, especialmente fines de semana y días de mayor afluencia.
Aunque el Alcázar abre todo el año, hay algunos días especiales de cierre. Por eso es recomendable consultar el horario y días de cierre en la web del edificio.
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